I Want it All Back (Coco Montoya)
Uno de los guitarristas más destacados del blues eléctrico internacional, el señor Coco Montoya que comenzara su carrera como baterista de Albert Collins y se hiciera famoso con John Mayall & The Bluesbreakers, vuelve al ruedo con su séptimo disco de estudio “I Want it All Back” (lo quiero todo de nuevo) tras el éxitoso “Dirty Deal” del 2007 para alegría de todos sus muchos fanáticos en todo el mundo, entre los que se cuenta quien esto escribe.
Un disco que es una sorpresa. Una fusión no muy explorada en el mundo del blues. Ni blues rock, ni soul blues, ni country blues, ni jazz blues, ni blues folk, ni hardcore blues, ni la mezcla con el funk. Coco Montoya desarrolla en este disco la fusión del blues con el pop, o como dicen los yanquees la easy music, con alguna cercanía al Rhythm & Blues si usted quiere, y unos cuantos toques latinos. Como le puedo explicar ? pienso en alguna época de Los Lobos, pero la verdad es que me suena mucho más a Chris Rea por ejemplo, y en algún tema como el que le da nombre al disco, casi a Cristopher Cross.
El resultado, por lo tanto, es algo desparejo, no me parece tan malo como a la crítica especializada en general y a muchos de los fans de Montoya que esperaban algo más parecido a sus discos anteriores; blues de guitarras furiosas al límite con el rock and roll, con sus habituales toques latinos y de R&B, combinado con esos blues ballads maravillosos.
Montoya toca y canta muy bien como siempre, aunque su guitarra, en este caso, destaca por la suavidad y fineza, en lugar de la ferocidad de otras épocas, acompañado por excelentes músicos como Steve Ferrone (ex Peter Gabriel, Eric Clapton y otros) en batería, Reggie McBride en bajo, Jeff Paris en teclados, invitados como Rod Piazza en armónica, su mujer Honey Alexander en piano, Courtney Branch en percusión y Keb Mo que además es coproductor del disco.
Hay temas propios y covers, un solo standardt de blues, Fanny Mae de Buster Brown, un par de temas soul como “The One Who Really Loves You” de Smokey Robinson o “For Ever” de las Marvelettes, alguna incursión con el funky en “Don’t Go Makin Plains” escrito por él mismo, y quizás el mejor del album, y algún otro tema interesante como “As Close as I Have Come” de Gary Nicholson, el resto está muy por debajo de lo que esperábamos, en un intento que no queda del todo claro y que, pese al fanatismo de algunos por su trabajo (como yo, insisto) no alcanza a cubrir las expectativas y deja como conclusión la imperiosa necesidad de que retorne a su estilo anterior que tan buenos resultados les ha dado en el pasado reciente. Un paso en falso, que de todas maneras no opaca a un artista de primer nivel que pronto volverá a mostrar sus mejores armas
Guillermo Blanco Alvarado
Coco Montoya con Eric Sardinas
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