Jazz in the key of blue (Jimmy Cobb Quartet)
Cuando entró al estudio de la Calle 30, era simplemente un joven baterista que estaba en una formación que mutaba rápidamente en busca de un sonido que su particular líder quería lograr. No sabía que estaba haciendo historia. 50 años mas tarde, una de las últimas glorias vivas del jazz, Jimmy Cobb vuelve a entrar al estudio; el resultado es “Jazz in The Key of Blue”.
Muchas veces da la impresión que ciertos músicos del jazz quedan “congelados” en un tiempo histórico: Steve Kuhn será siempre recordado como el primer pianista de la primera banda propia de John Coltrane; Jimmy Cobb por siempre será recordado por ser el baterista del, tal vez, mejor disco de jazz de la historia: “Kind of Blue” de Miles Davis. Las extensas e importantes carreras que han tenido posteriormente a esos grandes hitos parecen ser opacadas por esos momentos de brillo extremo, hecho por demás injusto (e inmerecido) al examinar la producción de esos artistas tanto en cantidad como en calidad. Y este disco es un claro ejemplo. Cobb reunió a Roy Hargrove (trompeta) Russell Malone (guitarra) y John Webber (contrabajo) para interpretar una serie magnífica de baladas y medios tempos que, como el título lo indica, tienen como característica común la “blue note”, ese sonido tan particular que da al jazz una belleza única. La tarea realizada es excelente en uno de los discos mas parejos y bonitos de escuchar de los últimos tiempos; Hargrove con la trompeta y el flugelhorn está brillante; siguiendo la línea de “Earfood”, su disco del año 2008, toca con sencillez, suavidad y energía y se desliza en un camino intermedio entre el tono particular que Miles Davis le daba a los medios tiempos y la expresividad de Donald Byrd en las baladas, con el sello particular que es el estilo Hargrove, su sonido propio, sin caer en la imitación de estilos. Malone queda a cargo de la sección rítmica y lo hace con soltura, mucha expresividad y gran cromaticidad; en esta formación que ha reunido Cobb no se extraña en ningún momento la ausencia del gran y clásico protagonista de toda sección rítmica tradicional, el piano, gracias al sólido trabajo de Malone. Webber correctísimo en el bajo, hace lo que tiene que hacer y lo hace bien, dándole profundidad al ensamble Hargrove – Malone. Cobb, un joven de 81 años, ha elegido perfectamente el conjunto de temas a tocar para no quedar desentonando; es evidente que su especialidad ha sido siempre la interpretación suave, en este disco lo confirma ampliamente y a su edad, si bien el fuego sagrado sigue intacto como en 1959, no se puede pedir que toque con la fuerza de 1959. Todo cierra muy bien para este set de standards como “Every Time We Say Goodbye” de Cole Porter, “Emily” de Jonhny Mercer, “What Will I Do” de Irving Berlin, y el único original de Cobb “Remembering U” en un disco que se escucha de punta a punta sin altibajos y que da gusto escuchar; sin ser uno de esos discos de easy listening (puedo asegurar que este disco no va a sonar en ningún ascensor o sala de espera de dentista) es un gran puente hacia el jazz para aquellos que quieren entrar al género y no saben como, por la calidad de los temas y de la interpretación. Junto a los 4 que elegí como lo mejor del 2009 (Christian McBride, John Zorn, Steve Kuhn, Bobby Hutcherson) este completa un quinteto que merece la pena ser escuchado con atención y, obviamente, lo recomiendo por completo, ideal para la cena con amigos, para una situación romántica, para la fila del banco… la buena música va bien en todo momento.
Alberto “Tano” Rosso
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